Amado q́eqchí es más que una historia romántica; es un hechizo tejido con hilos de erotismo y sensualidad poética, una travesía que desciende a los abismos del deseo y asciende a la cumbre de lo sagrado. En sus páginas habitan aventuras, drama y suspenso, ecos de mitos y leyendas ancestrales, y los secretos más profundos de la cosmovisión maya de Guatemala. Es un umbral hacia el conocimiento, un bálsamo para el espíritu y un viaje que deja en la boca el regusto dulce de lo eterno.
Un autor nunca sabe en qué momento una idea lo tomará por asalto, cuándo la inspiración, como un relámpago furtivo, lo arrojará a la demencia lírica, a ese vértigo donde realidad y ficción se entrelazan en un solo latido. No sabe si huir o aferrarse a ella, si rendirse a la locura creadora o resistir su embrujo. Así nació esta historia, en un delirio de palabras y visiones.
Fue una lectora quien, con voz temblorosa, la resumió en una sola frase: "Amado q́eqchí es una historia dulce". Pero su dulzura es la de la miel que brota entre las grietas de la tragedia, un néctar impregnado de amor, magia ancestral y el eco de antiguas heridas. Es un relato donde la ternura y el erotismo conviven con la sombra de la violencia, la misma que aún se cierne sobre Guatemala y que ha dejado cicatrices imborrables en las comunidades mayas.
Esta novela no es solo un relato de ficción; es un espejo donde se reflejan fragmentos de historias anónimas, ecos de las memorias silenciadas recogidas en La Memoria del Silencio, testimonio del dolor indecible que dejó el conflicto armado en Guatemala. Para los mayas q’eqchíes, sobrevivientes de la represión, la violencia no es solo un recuerdo: es una herida abierta, una crisis irresuelta que persiste en los laberintos de su mundo simbólico y espiritual.
Fue en este conocimiento donde el autor halló la senda para narrar la vida de Amado, atrapado en el "nim rahilal", el sufrimiento interminable que su pueblo arrastra como un peso invisible, la carga de los pecados internalizados, el "maak" que carcome el alma. Inspirado en hechos reales, leyendas ancestrales e historias de ficción, Amado se verá inmerso en la persecución implacable del crimen organizado, enfrentando tribulaciones espirituales y encuentros con lo sobrenatural, experiencias que solo aquellos que han penetrado en la cosmovisión maya pueden comprender. Y así, su destino se forjará en el misterio de lo desconocido, en los pasajes invisibles que separan el mundo de los vivos y los muertos.
¿Qué destino le espera? ¿En qué rincón del tiempo se entretejen sus pasos? Eso, querido lector, lo descubrirás al aventurarte en estas páginas. Su historia se despliega en un peregrinaje que cruza Mazatenango, Alta Verapaz y Petén en Guatemala, el Distrito de Cayo y San Pedro Ambergris en Belice, y la ciudad de Chetumal en Quintana Roo, México. Un viaje físico y espiritual, un sendero marcado por la pasión y la tragedia, por la incertidumbre y el deseo.
—¿A dónde se fue mi espíritu, mi xmuhel? ¿Dónde está? —se pregunta Amado con angustia, mientras lucha por su vida y por el amor de su doncella.
